jueves, 15 de octubre de 2020

Capitulo 28

 



Raquel y el abuelo están frente a frente después de casi 27 años sin verse.
--¿Mac es mi hijo?
Con un hilo de voz y llorando, Raquel le dice:
--si.
Esto es todo un shock para los presentes. Elizabeth se desmaya en brazos de Mac.
--¡¿¿Mamá?¿¿qué es todo esto?¡¡
La anciana está muy alterada:
--¡¡es la verdad, es la verdad.¡ ¿¡¡es que nunca nadie me cree nada??¡
El abuelo toma de las manos a Raquel:
--yo si te creo, ahora sí te creo.
Emilio está como loco:
--¿¿¿qué es esto papá?¡
El abuelo está muy emocionado:
--nunca debí creer que Raquel me mentía.
Mira a Mac:
--pero es que tu madre pasaba rondaba los 50 ¿¡¡cómo le iba a creer que iba a ser madre??¡
Raquel llora, Mac mira a los dos con rencor aunque ahora lo único que le importa es Elizabeth. Con rabia Emilio es el que dice:
--¡¡no puede ser que mi propio hermano matara a mi hijo¡¡
Mac se levanta con su amada en brazos:
--¡¡yo no maté a su hijo  a ver si lo entiende¡¡ ¡¡en todo caso si su hijo está muerto no es solo culpa mía¡¡ ¡¡usted también tiene parte de culpa¡¡
--¿¿¡cómo te atreves, maldito?¡ --Emilio.
--Hijo, no le hables así a tu hermano--el abuelo a Emilio.
Emilio y Mac se miran con rencor.
--¡¡ese asesino es mi hermano¡ --Emilio.
--Lo mismo digo. --Mac.
El abuelo se acerca a Mac:
--yo siempre te quise mucho aún sin saber que eres mi hijo, deja a tu sobrina en la cama. 
Mac se dirige a la puerta con su amada que está inconsciente. No soporta que llamen a Elizabeth su sobrina.
--¡¡no sé porque están inventando todo esto¡¡ ¡¡Elizabeth no es mi sobrina  es la mujer que amo¡¡
--¡¡no blasfemes, hijo¡¡ ¡¡Es tu sobrina, ahora sí esto no lo salva nadie¡ --dice el abuelo.
Mac llora:
--¡¡yo no soy su hijo¡¡
--¡¡suelta a mi hija¡¡ --Emilio.
--No me van a separar de la mujer que amo.
Y Mac huye con Elizabeth. Emilio sale tras ellos pero los pierde en el  ascensor.
--¡¡ese maldito va a lastimar a mi hija¡
Emilio saca su celular para llamar a la policia pero su padre lo pisa con la silla y hace que lo tire.
--¡¡tu hermano no es un criminal, él no va a lastimar a su sobrina¡
Emilio sale corriendo por las escaleras.  Pero no los encuentras y es que Mac ha llevado a su amada al garaje. Sobre el piso espera que se recupere mientras que la mira con amor.

El abuelo entra en la casa, Raquel llora en el sofá.
--¿¿qué hice?¿qué hice? Mi hijo no me lo va a perdonar nunca.
El abuelo se le acerca. La toma de la mano:
--es mi culpa, yo debí creerte.
Raquel lo abraza:
--¡¡mi Emilio¡¡¿¿y ahora qué hacemos?
El corazón de los ancianos late con la fuerza de dos adolescentes. Él le besa la mano:
--quiero perdirte lo que debí ofrecerte entonces, espero que no sea tarde y nuestro hijo nos perdones¿te quieres casar conmigo?
Pese a su edad, Raquel ha conservado ese sueño de casarse con el gran amor de su vida.
--¡¡si mi amor, sí¡¡
La pareja de anciano se besa con la pasión de los 15 años. Se abrazan. El abuelo no ve la culpa en los ojos de su amada. Raquel recuerda entonces como 26 años atrás alguien tocó a su puerta y encontró a un recién nacido.



Elizabeth ya ha recobrado el conocimiento y quiere huir de Mac que está desesperado.
--¡a mi me da igual todo¡
--¡¡eres mi tio¡¡ ¡me acosté con mi tio¡¡ ¡¡es horrible, ni siquiera podriamos tener hijos¡
--¡¡nos amamos¡¡
Él está desesperado. La estrecha contra su pecho y la besa apasionadamente. Ella respondes.
--Me amas.
Ella lo mira con culpa:
--pero nuestra amor está condenado por los remordimientos.
Él le pone las manos en las mejillas. Los dos lloran.
--¡¡no digas eso¡
--¡¡¡eres mi tio¡ --dice ella atormentada.
--¡¡eso tiene que ser mentira¡
--¡Mi abuelo jamás mentiría en eso¡
--¡¡nos quieren separar¡
--lo lograron.
Ella se quiere ir, con desesperación él le dice:
--¡¡no me dejes. No me dejes¡¡
Él le acaricia las lágrimas, lo mira con una ternura que lo derrite:
--querias una despedida, ha sido maravilloso volver amarte pero ya ves... de nuevo el destino cruel nos lanza esta puñalada cuando estábamos juntos y felices....
Elizabeth sale a la calle. Mac tras ella. No tarda en atraparla.
--¡¡no nos podemos dejar vencer¡¡
--mi hermano, ahora esto ¿¿¡no crees que son demasiado cosas?
--¿que quieres decir?
--que nuestro destino no es estar juntos.
Del la otra calle la llama Sebastián. Está solo. Elizabeth se queda entre los dos hombres. No la duda, se aparta de Mac.
--No, no me hagas esto.--suplica Mac.
--hasta siempre.
Mac se queda llorando mientras Elizabeth se va con Sebastián, lo abraza. Mac se muere de rabia. Emilio se le acerca y le da un puñetazo.
--¿¿donde está mi hija?¡¡
Mac sangra por la nariz pero le devuelve el puñetazo, lo tumba al suelo. Lo deja tirado mientras le dice:
--¡¡se largo con el imbécil del torero¡¡
Y se va llorando.



Mientras Sebastián y Elizabeth han llegado a Nueva Orleans. Están en los juzgados. Él con el traje de la boda pero sin chaqueta ni corbata, ella en jeans.
--¿estás segura que quieres esto?
Ella le pone las manos en las mejillas:
--no me dejes sola, sálvame.
--No me quieres --dice él lloroso.
--Mac es mi tío, ayúdame a vivir sin él, sólo si soy tu esposa podré olvidarlo a él.
Él la mira con amor:
--te amo pero espero no tener que arrepentirnos de dar este paso.
--No lo haremos estoy segura.
Él le compra unas flores a una señora que están en frente. Van los dos juntos tomados de la mano. En una rápida e informal ceremonia la pareja contrae matrimonio. Sebastián la besa con ternura. Está feliz pero le duele la tristeza de ella que se aferra a él con desesperación para olvidar el dolor. Mac ha llegado a la ciudad detrás de la pareja. Los está buscando. Sebastián lleva a su esposa a un elegante hotel. La toma en brazos, la deja sobre la cama. Elizabeth no puede evitar estar triste recordando su boda, su noche de bodas con Mac. Sebastián se sienta en la cama:
--No quiero verte triste, aún nos podemos arrepentir.
Ella lo acaricia:
--quiero empezar de nuevo, contigo.
Dulcemente él la va besando, desnudo... A ella le cuesta mucho no pensar en Mac. Sebastián le gusta mucho con paciencia él logra que Elizabeth piense en él, sólo en él. Mientras hacen el amor ella se siente bien aunque despues lo ve a él tan feliz en la cama desnudo a su lado y no puede evitar pensar en Mac, en sus noches de amor. Se traga sus lágrimas porque no quiere que él se sienta mal. LLaman a la puerta. Va a abrir Sebastián con una sábana cubriendo su desnudez. En la cama queda Elizabeth. Mac es el que llama y enloquece al verlo.
--¿¿¡qué haces con él, perra cuando hace nada estabas conmigo?¡
Elizabeth y Mac se miran con dolor. Sebastián no permite a Mac que pasa. Le da un puñetazo:
--¡¡no le faltes el respecto a mi esposa¡¡
Mac iba a golpear a Sebastián pero sus palabras le hacen daño:
--¿¿qué?
--¿lo que oyes?
Elizabeth mira a Mac, siente un gran dolor:
--sí, me casé con él.
 Mac sabe que ya no tiene nada que hacer allá, se va dejando la puerta. Antes pero los fulmina con la mirada. Esa mirada de dolor que destroza a Elizabeth. Rompe a llorar, Sebastián la abraza dolido y lleno de celos. Le duele que su esposa en su luna de miel llore por otro. Mac parece que se lo lleva el diablo. Llama a Danielle que está desesperada porque no sabe de él, le pide que vaya a buscarlo.




días después... En un hotel en Sevilla, Julián y Victoria están haciendo el amor. Ella se da una ducha, él se levanta. Le busca en el bolso. Encuentra lo que busca:
--¡¡por fin¡¡ ¡¡esto es¡¡ ¡¡mira que he buscado y las llevaba en el bolso¡
Son las pastillas anticonceptivas, de su bolsillo saca otras iguales, cambia los pastillas de frasco y las falsas las deja en el bolso de nuevo. Sonríe:
--no te vas a ir, te seguiré unos días sin compromiso, no dejaré que estés con otro. Me darás un hijo que te obligará a estar siempre conmigo, lo siento pero tener un hijo será lo unico que nos unirá.
El torero que anda desnudo va hacia la ducha. Tocan a la puerta. Como es la habitación de ella va a abrir Victoria en albornoz.
--¿Elizabeth?
La rubia le señala el bolso, ella lleva otro igual.
--Te llevaste el mío?
--¿sí? No me di cuenta.
--lo sé, yo llevaba mis pastillas anticonceptivas...
--¿las guardas en el bolso?
--Es que Sebastián insiste en que tengamos un hijo y yo no quiero, los tomo a sus espaldas. Tu sabes porque me casé,  no quiero tener un hijo suyo.
Elizabeth está triste, es una mujer infeliz. Se va con el bolso al que Julián el ha cambiado las pastillas. Julián tras la puerta del baño lo ha escuchado todo. El rostro se le desencaja al saber que por su culpa es Elizabeth la que corre el riesgo de embarazarse de un hombre al que no quiere.

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Capítulo 43 y ultimo

  Elizabeth está en su cuarto vestida de novia. Victoria está con ella. --¡¡me caso, hoy me caso¡¡ --Te vez tan bella,como la primera vez......