Mac se ha quedado en shock por la noticia de la muerte de Joe.
--¿¿¡que broma es está?¡
Elizabeth está muy alterada. Se empieza a vestir, Mac desnudo sigue en la cama.
--¿¿¡te parece que tengo cara de hacer broma??
Mac se levanta totalmente desnudo. Se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡esto tiene que ser una broma¡¡ ¡¡¡seguro que era un bromista¡¡
--me lo dijo Victoria. Nos han llamado un millón de veces.
Mac siente un gran dolor:
--¡¡Joe no puede estar muerto¡¡
Elizabeth está desesperada.
--él lo dijo... ¡¡es nuestra culpa¡
Mac piensa en lo pasado la noche antes de la boda, del beso, de las amenazas. Llora al saber que ese joven se mató por él. Elizabeth está muy violenta:
---¡¡venga... tenemos que irnos¡¡ ¡¡vistete de una maldita vez¡¡
Mac no se mueve, está muy impresionado.
--yo te juro que no creí que hablara en serio.
Elizabeth casi lo ataca.
--¡¡pues debimos creerlo¡¡
Mac se sienta en la cama, da golpes con fuera.
--¡¡soy un miserable, él dijo que arruinaría la boda con mentiras y lo hizo¡ ¡¡¡debí adivinar que iba a cometer una locura¡
Elizabeth mira a su esposo con reproche.
--te lo dije... te dije que no podíamos construir nuestra felicidad sobre la desgracia de mi hermano y ahora ¡¡aqui tenemos las consecuencias¡¡ ¡su muerte nos va a perseguir toda la vida¡
Mac trata de acariciar a su esposa para consolarla pero ella le golpea la mano:
--¡¡ahora no es momento para romance¡¡ ¡¡ya deberíamos estar de camino¡¡
A Mac no le gusta sentir el odio de su amada:
--por favor, no me mires así. Bastante mal me siento como para que además tenga que cargar con tu odio.
--¡¡si tienes mala conciencia será por algo¡ ¡¡no te puedo esperar más... yo me voy hacia el aeropuerto, si me alcanzas pues que bueno y sino también¡
Elizabeth está en el aeropuerto. Aún queda un rato para el vuelo. No piensa en nada. Está helado, por su mente casi involuntariamente pasan imágenes del día anterior, de cómo en su boda Joe confesó que era amante del novio, de la desesperación y las amenazas de su hermano, de la boda, de la noche de amor. La joven no quiere sentir, sabe que si abre el grifo de sus sentimientos esos acabarán con ella. Está apunto de embarcar cuando llega Mac.
--¿te ibas a ir sin mí?
--¡¡ya era hora, qué tardón has sido¡
Los dos están muy atormentados, ella se queda al lado de su esposo pero como si no estuvieran juntos. La culpa está tejiendo una fuerte barrera entre los dos.
Al amanecer ya se ha instalado la capilla ardiente de Joe en el rancho que lo vio nacer y morir. En otra punta del país una mujer a la que no se le ve la cara lee el periódico la noticia de la muerte del joven. Llora. Acaricia la foto del joven. Justo al lado de la mujer, en una de las estanterías de su salón hay un retrato, es la foto de un joven muy parecido a Joe pero mayor.
Elizabeth llega con Mac al rancho En el mismo coche que marcharon, el coche adornado de boda, ellos vestidos con esos trajes. El lugar está lleno de gente enlutada, de coronas flores mezcladas con las de la boda. Elizabeth se marea en brazos de su amado, por un momento habría deseado que todo fuera una equivocación.
--creo que deberíamos entrar por la parte de detrás, no creo que debamos entrar así. --Mac.
Elizabeth se aparta de Mac:
--Yo creo que tú no deberías entrar. No olvides que mi hermano se mató por tu culpa.
Estas palabras son toda una puñalada para él pese a que desde que se supo la noticia no ha estado pensando en otra cosa. No es capaz de decir nada, Elizabeth se acerca a la casa con velocidad. Tiene que ver a su hermano. Mac va detrás de ella. En la sala principal del rancho amistades de los Edwing se han acercado a darles el pésame. Emilio llora destrozado abrazado al féretro de su hijo. No tiene consuelo. El abuelo, en su silla de rueda, de negro como su hijo, trata de ser un sostén para su hijo. Victoria, de negro, está con ellos. De repente todo el mundo mira hacia la puerta, llega Elizabeth con una vestimenta no adecuada para el momento. Elizabeth sufre un shock al ver su padre destrozado abraza a los restos de su hermano. Victoria se acerca a ella pero Elizabeth no le hace caso, se acerca a su padre. Elizabeth se pega a su padre. El abuelo la mira con emoción mientras la toma de la mano:
--¡¡que desgracia tan grande, mi niña¡¡
Elizabeth pone su mano en los hombros de su padre:
--papá... yo...
Elizabeth siente mucha culpa, no sabe cómo hablarle a su padre. No encuentra las palabras justas para apoyarlo. Emilio ya tiene bastante con que su hija esté presente. Se gira para abrazarla y se horroriza al ver a Mac en la puerta, mira todo el lugar con tristeza, con tímidez. No se atreve a pasar. Emilio se pone como loco.
--¿¿¡qué hace ese desgraciado aquí?¡¡ ¡¡voy a matarte asesino¡¡¡tú mataste a mi hijo¡
Aunque el abuelo y Victoria tratan de calmar a Emilio (no Elizabeth que se queda con su hermano y no mueve ni un sólo dedo para defenderlo cosa que lastima mucho a Mac) éste se lanza sobre Mac. Lloroso Mac le dice:
--yo le juro que siento mucho.
Mac no puede decir nada porque Emilio con todo su dolor le da un puñetazo que lo tumba pese a ser Mac más fuerte que el desesperado padre.
--¡¡tú has matado a mi hijo, no te quiero en la casa¡
Mac se levanta con las manos en la barbilla:
--entiende su dolor pero yo no le quise lastimar a su hijo..
Emilio vuelve a golpear a Mac pero esta vez no le toma de sorpresa y no le da. Emilio siente mucha rabia y quiere golpearlo.
--¡¡no le quiero hacer daño cálmese¡¡
Emilio está cómo loco:
--¡¡has matado a mi hijo¡¡ ¡¡ya no me puedes hacer daño¡¡
--Yo no tuve la culpa.
El abuelo se pone entre los dos hombres:
--hijo por favor, no hagas un escándalo con tu hijo de cuerpo presente.
Emilio mira con odio a Mac:
--¡¡que se vaya¡
El abuelo mira a Mac:
--vete por favor.
Muy herido Mac dice:
--esta bien, que sepa que lo siento mucho.
El abuelo agarra de sus manos al guapo modelo. Mientras Emilio le pregunta a su hija:
--¡¡dime una cosa¡¡¿¿eres la esposa de esa basura?¡ ¿¿¿te casaste con él?¡
Mac y ella se miran con lágrimas en los ojos. Elizabeth siente horror de estar casada con el hombre que llevó a su hermano a la tumba y dice:
--No, no llegamos a casarnos.
Aunque Mac no puede dejar de pensar en el beso, en el amor de Joe y no se siente capaz de ser feliz con Elizabeth le duele que ella lo niegue. Ya todo está perdido. Ella ni lo mira, él abandona el lugar siendo despedido sólo por el abuelo que siente un cariño especial que no entiende hacia el marido de su nieta. En su coche Mac golpea el volante con rabia:
--¡¡maldita sea¡
En la guantera hay su certificado de matrimonio. Lo mira llorando. Imágenes de su boda se cruzan con las del beso de Joe. Rompe ese certificado:
--se terminó, todo se terminó.
Con el alma deshecha Mac abandona el lugar.
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