Sebastián está en la ducha, Julián está con él, vestido de smoking.
--¡¡venga tío ¿¿aún estás así??¡
Sebastian sale de la ducha en pelotas, se seca la cabeza con la toalla.
--tranquilo, aún queda mucho.
Sebastián se sienta en la cama.
--¡¡pero tío imagina si la novia llega antes que tú, qué papelón¡¡
Sebastián sonríe:
--eso no va a pasar porque eres tú el que vas a traer en la novia.
--si es verdad ¿qué tonto no? Primero te dejo a ti y luego la voy a buscar a ella.
Los dos hombres están muy contentos. Julián lo apura:
--¡¡pero comienza a hacer algo¡¡¿¿o es que te vas a casar en bolas?¡
Sebastián se levanta, lo pone la mano en el cuello muy fraternalmente:
--parece que seas tú el que te casas.
--¡¡lo mismo digo yo tanto que has luchado por ese día y pareces que no te importa¡
Sebastián busca un boxer, va hablando:
--claro que me importa lo que pasa es que yo lo tengo muy claro... si Elizabeth es para mí... Nada ni nadie impedirá esta boda.
Aunque trata de mostrarse tranquilo, el corazón de Sebastián late con mucha prisa. En realidad teme en todo momento que pase algo que lo separe de su amada.
Mac ha llegado a Sevilla. Va en un taxi.
---¡¡más rápido, más rápido¡
El guapo modelo mira el reloj.
--¡¡tengo que llegar a tiempo¡¡¡tengo que llegar a tiempo¡¡
Por su mente pasan días de besos, caricias, amor. Sus ojos se llenan de lágrimas pensando en Elizabeth.
--aunque no olvidemos la culpa no se casará con otro¡si se casa será conmigo¡¡
Mac se acaricia los labios, aunque el tiempo ha mitigado el dolor aún le atormenta el beso que le robó Joe, su suicidio. Mirando por la ventana cómo si le hablara a él dice para sus adentros:
--Yo no quería que acabaras con tu vida, pero tú sabes que no fue mi culpa y no estoy dispuesto a que la mujer que amo se case con otro¡¡no lo haré¡¡ ¡¡No voy a permitir que desde la muerte me arruines la vida¡¡ ¡¡Si Elizabeth está bien para casarse con otro entonces ya es el momento de comenzar de nuevo, de volver a conquistarla, de con mi amor borrar todas sus heridas¡¡
Mac está muy desesperado. Le angustia mucho llegar tarde.
--¡¡venga, hombre¡¡le pagaré el doble pero tengo que llegar ya¡
El taxista aumenta la velocidad.
Mientras Elizabeth está en un hotel. Se mira al espejo. LLeva un vestido azul, el pelo recogido.
--me caso... me caso.
Sus ojos se llenan de lágrimas. Piensa en Mac en lo feliz que estaba el día de su boda cuando llegó del brazo de su padre y él la estaba esperando, luego lo dos solos en las Vegas. Pese a la discreción del acto para ella fue la boda más feliz del mundo pero le viene a la mente la muerte de su hermano, la desesperación con la que le decía que se iba a matar, su entierro. Victoria, que estaba en otra habitación, entra. En la mano tiene un pequeño sombrero con una cofía.
--encontré unos alfileres, con esto no se te caerá.
Elizabeth no la está escuchando, se ha quedado en sus recuerdos. Rompe a llorar con amargura. Victoria corre a abrazarla.
--amiga.¿¿qué ocurre??
Con los ojos llenos de lágrimas, Elizabeth le dice:
--¡¡que aún amo a Mac. Aunque he tratado de mi alma y de mi vida no puedo., que nunca seré feliz con Sebastián porque nunca podré amarlo como a Mac¡¡
Victoria abraza a Elizabeth que llora amargamente en sus brazos.
Mientras, Sebastián se sube la cremallera de los pantalones. Busca la camisa.
--¿y qué tal con Victoria?
Con cara de enamorado, Julián dice:
--Hicimos el amor.
--¿y en qué quedásteis?
--En nada tú sabes cómo es ella. Sólo busca divertirse.
Julián está muy ansioso.
--¿por eso tus prisas?¿para verla a ella?
--tengo miedo que me diga que para ella sólo fue un polvo, que no quiere volver a verme.
--¿y qué es lo que pretendes con ella?
--estoy enamorado de ella para qué negarlo. Hoy le voy a pedir que sea mi novia. Espero que ya que la amiga vivirá aquí y ellas se quieren tanto acepte ni que sea para vivir en el mismo pais.
Mientras se abrocha la camisa, Sebastián le dice:
--ojalá sea así ¿te imaginas? dos amigos con las dos amigas.
Julian y Sebastian sonríen con ilusión. Se abrazan. Cuando se apartan, Julián le dice:
--ahora sí apúrate que se nos empieza a hacer tarde.
Sebastián mira a su amigo serio:
--todo saldra bien ¿verdad?
Por primera vez Sebastián deja ver sus miedos:
--¿y si se arrepiente?
Julián lo acaricia fraternalmente:
--todo saldrá bien, eres el mejor hombre del mundo y ella lo sabe.
Los dos se abrazan de nuevo:
--estoy que me muero del susto.
--Te casas, es tu boda.
Sebastián se acaba de vestir con alegría y con nervios, también con temor. Es tan feliz que tiene miedo despertar y que Elizabeth no esté a su lado.
Si Sebastián es la imagen de la felicidad, Elizabeth es la de la tristeza.
--pues dejalo. Una boda es un paso demasiado serio como para darlo si no estás segura. Si amas a otro, si sufres por él. No te cases.
--¡no¿¿como le voy a hacer eso?¡ Ha sido muy bueno conmigo. Me ha apoyado en los malos momentos.
Elizabeth está muy angustiada, Victoria la acaricia para darle ánimos:
--no te puedes casar por compasión. Sebastián no se lo merece. Estoy segura que él prefiere que lo dejes plantado antes que te cases con él por compromiso. Vuelve con Mac.
Con un hilo de voz, Elizabeth dice:
--y mi hermano?
--tu hermano está muerto.
--No puedo estar con el hombre por el que se mató mi hermano.--dice Elizabeth con angustia.
--tu hermano no puede sufrir, tú sí.
--¿y mi padre?
--tu padre debe entender.
--no va a entender.
--tampoco lo ves mucho.
Elizabeth está muy aturdida, no sabe qué hacer. Mientras su amiga trata de convencerla que no se casa. Sebastián y Julián salen de la casa. Se dirigen al ayuntamiento dónde tendrán lugar la ceremonia. Cada vez el novio está más nervioso, Julián le pone la mano en los hombros.
Julián deja a su amigo recibiendo los invitados y va a buscar a la novia. Victoria lo ignora. Las dos amigas salen juntas.
--aún estás a tiempo --susurra Victoria.
De novia y con su ramo, Elizabeth ya ha tomado la decisión. Julián le abre la puerta del coche y justo en el momento que Julián da la vuelta para subirse él el auto arranca.
--¿¿¡qué hace?¡ --grita ella.
El chofer se gira:
--que no hay boda, señora.
Es Mac, él sonríe. Ella está sorprendida pero su corazón late con fuerza
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