Emilio siente mucha pena de su hijo, le duele que finalmente el hombre que él amó, por el que se mató se case con Elizabeth. Recuerda de Joe cuando la pareja se fue para casarse en las Vegas. Sus ojos se llenan de lágrimas:
--lo siento no puedo. Por mi hijo no podría soportar verte con mi hija.
Mac se arrodilla ante él:
--piensa en mi hija, por favor. Si en algun momento me sentite tu hermano, ayudame... --llora
Emilio lo trata con cariño:
--levántate.
Mac lo mira lloroso:
--no me separes de mi hija ni de la mujer que amo.
sus lagrimas lo conmueven. Con la mira su padre le está diciendo que le diga la verdad. Emilio mira el retrato de su hijo con pena. Mac está muy ansioso.
--está bien, te lo voy a decir.
Mac abraza a Emilio entusiasmado.
--¡¡gracias, gracias¡ ¡¡sé que una vez Elizabeth te juró que no volvería conmigo¡¡ ¡¡no me hagas esto... no nos condenes, ni a ella, ni a mí ni a mi hija...
--No lo haré... tienes mi bendición.
Nuevamente el guapo modelo vuelven a abrazar a Emilio. El abuelo le sonríe y Mac le guiña el ojo.
Inmediatamente, Mac viaje hacia Austria. Ahí llega a una pequeña casa. Toca al timbre, siempre que el corazón le va a salir del pecho. Le abre el pequeño Sebastián.
--hola... ¿y tu quien eres? --dice el niño.
De detrás suyo aparece Elizabeth con la niña retándolo por hablar sin su permiso. Elizabeth y Mac se miran con emoción.
--¿tú?
Mac sonríe enamorado:
--vine por ti... y por mi hija.
Elizabeth y Mac se miran con intensidad. Su amor está tan vivo como el primer día.
Mientras Emilio está triste, aunque su padre le dice que ha hecho lo correcto Emilio no está seguro. De repente recibe una llamada que hace que Emiilio se sienta feliz.
--¡¡por fin... el abogado encontró a Inés¡¡ ¡¡encontré a mi hijo¡
--creí que ya se te había olvidado eso.
--¡¡el abogado encontró a Inés así que no vuelvas a decir que me lo inventé¡ ¡¡pero eso no quiere decir que tenga un hijo tuyo¡
--¡¡lo tiene y yo lo voy a traer aquí...¡
Emilio no pierde tiempo, quiere salir en ese mismo instante.
Por otro lado, Mac tiene a su hija en brazos. Elizabeth lo mira y vibra.
--¿qué haces aquí?¿te contó Victoria?
--No, a ella casi ni la veo... Sé de ella por su madre pero no. Ella no me dijo.
--¿y entonces?
Mac deja a la pequeña Josefina que se va gateando mientras Sebastián la persigue. Mac la toma de la mano:
--tengo algo muy importante que decirte.
--mi madre murió pero antes confesó que soy adoptado..
Elizabeth se levanta:
--¿¿qué mentira es esta?
Mac la acaricia con amor y ella tiembla:
--Mac no...
Él la besa si culpa:
--habla con tu padre, por eso me dio tu direccion somos libres de amarnos...
Mac la estrecha entre sus brazos:
--no te resistas. Podemos amarnos.
--No, mi padre te odia.
--Te juro que no... te lo juro.
Elizabeth acaricia a Mac como si fuera un sueño:
--¿será cierto que la pesadilla acabó?
--lo es... lo es.
Los dos se miran con intensidad. Se aman, se desean. Jadean sólo de mirarle.
--me muero por besarte.
--No... delante del niño no.
--te amo --susurra él.
--Te amo --susurra ella.
De pronto se encuentra con unos ojos que lo miran con curiosidad:
--¿quien eres tú?
Mac mira con cariño al niño:
--yo soy alguien que quiere mucho a tu mamá y a ti también.
El hombre le hace cosquillas y juega con él ante la atenta mirada de la mama. Sebastián es un niño que parece que no se cansa nunca. Mac lo lleva a la cama. Luego se acerca a Elizabeth y velan por un rato el sueño de la pequeña. Se acarician, están ardiendo. Ella se va a su cuarto y le hace señas coqueta. Él la sigue. Solos en una habitación sube la temperatura. Ella se desnuda y él se lanza sobre ella, las pasiones se desbordan.
--ahora si nadie nos separará--dice él mientras delicadamente aunque con pasión va entrando en esa mujer por la que tanto ha sufrido.
Mac y Elizabeth viven tres días de luna de miel en Austria.
--¿porqué no nos casamos aquí?
--No, ahora quiero hacer las cosas bien.--le dice él.
--Es que tengo miedo. Nos han pasado tantas cosas que ahora tengo miedo que algo nos vaya a separar.
Él lleva el cochecito de la pequeña, Sebastián corre en frente.
--No va a pasar nada.
Se paran. Se miran fijamente.
--¿me lo juras?
Él sonríe.
--te lo juro.
Aprovechando que su hijo no la ve ella lo besa con rapidez. Él se lo devuelve. Se miran enamorados.
--te amo.
--te amo y estoy tan seguro que ahora nada nos va a separar que quiero que volvamos a Dallas, quiero que celebremos la boda por todo lo alto. Tal y como debió ser entonces... --él.
Elizabeth acaba contagiándose de la seguridad de su amado y regresan esa misma tarde.
Llegan sin avisar, el abuelo está solo en el jardín.
--¡¡abuelo¡
El abuelo acaricia a su nieta.
--¡¡te tengo una sorpresa¡
Y en eso que llega Mac con los dos niños. Todos contentos.
--aquí también hay sorpresas --dice el abuelo mientras entran en la casa.
En la sala está Emilio con Inés.
--Ella es Inés, la mujer de mi vida y la madre de mi hijo...
Inés aún no asimila bien todo lo que ha pasado. Al igual que ese joven que baja por las escaleras.
--él es mi hijo Emilio.
El joven es identico a Joe pero mayor. Su parecido impresiona a Elizabeth y a Mac. Emilio nieto estaba inseguro de haber aceptado a su padre hasta que conoce a Mac, su belleza lo impacta tal y como pasó con Joe. Emilio vibra al tener cerca a Mac, al tocarlo. Lo desnuda con la mirada. Mac empalidece al leer el fuerte deseo por él en los ojos de Emilio no. Se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡no otra vez no...¡ --dice para sí.
Mac está impresionado es como Joe hubiera vuelto de entre los muertos para hacerle revivir el infierno del pasado.
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